Por Ricardo Bustos
Soy nieto de Española nacida en Lugo, con tez aceitunada y ojos negros. Todos sabemos que los Musulmanes o Moros (maurus- del latín oscuro) gobernaron la región por más de 800 años o sea que para la mayoría de quienes descendemos de españoles, fácil es deducir que algo de los musulmanes tenemos.
Para quienes solo aceptamos vivir en democracia, es muy difícil comprender los motivos que impulsan a los terroristas islámicos a cometer semejantes actos de barbarie. Quizá lo peor está por venir y es el resultado de aquello que en nombre de la libertad llevaron adelante los llamados «aliados», destruyendo a los regímenes de Irak, Libia, Pakistán, Afganistán, mostrando a sus líderes asesinados a todo el mundo, como si fueran banderas flameando en una plaza, declarando que de esa manera se lograría la libertad sacando de la opresión a los pueblos gobernados por esos «tiranos», pero dejaron territorios en llamas, abandonados a su suerte.
El tiempo ha pasado…no tanto como uno cree y la respuesta no se hizo esperar, no precisamente por los ataques en París porque antes ya hubo muchos con igual o mas cantidad de muertos en naciones que demostraron tener un espíritu afín al de los «aliados», sino porque los terroristas que hoy integran las filas de los grupos radicalizados, dejaron de ser hombres formados en campos de batalla y sus ensayos de guerra comienzan en las redes sociales.
Los medios internacionales informan que los responsables de los ataques con bombas y fusiles en Francia, son jóvenes en su mayoría menores de 20 años y se contactan permanentemente entre ellos por internet , algo que atrapa a otros jóvenes faltos de afecto o comprensión,que encuentran en estos grupos un terreno fértil para descargar las broncas que sus mayores no pudieron.
Quizá haya llegado el tiempo de hacer una autocrítica pero no con criterio occidental y ponerse en la piel de aquellos que durante milenios han vivido y viven de una forma absolutamente diferente, esa que no estamos en condiciones de asegurar si es peor que la nuestra . Los vemos distantes, fanáticos, creyentes, con principios, respetando sus religiones, y no debemos creer que son muy diferentes, habiten en Medio Oriente o la cima del mundo. Tampoco tenemos derecho a juzgarlos por su manera de vivir, aunque si por su intransigencia a la hora de buscar consenso y tratar de integrarnos.
Estos jóvenes que hoy actúan en las sombras de las organizaciones terroristas, llevan la misma sangre de sus abuelos o padres, que padecieron guerras y ataques de toda índole tratando de defender su identidad y su Dios, ya no su país.Esa misma sangre pero joven hoy circula por las venas con más odios y rencores y todo lo que haga daño a los que atacaron los principios y costumbres de sus mayores, para ellos será un triunfo y deber cumplido, como mandato divino.
Lo más triste de todo lo que ocurre con los ataques terroristas en este momento, es que toda esta situación se produce justo ahora que toda Europa está siendo transitada por refugiados que huyen de sus lugares de origen por las guerras que originaron los mismos que hoy reclaman democracia y libertad desde occidente y se los ve como a extremistas por tener ojos negros o barba tupida aunque la realidad es muy diferente.
Para la analista política internacional en temas de terrorismo Francisca Quiroga, los trágicos acontecimientos de París podrían ser un efecto de las políticas de intervención en Oriente Medio, y particularmente de la posición que ha tomado Francia respecto a la crisis siria. «La coalición política internacional que está combatiendo hoy en día contra el Estado Islámico no ha sido efectiva por producto también de las propias inconsecuencias que ha habido en la estrategia geopolítica y en buscar más enemigos en otros lados».
La analista afirma que actualmente los yihadistas ejercen nuevas formas de terrorismo: hacen propaganda en la Red, tienen petróleo y ejercen control sobre ciertas áreas. Quiroga agrega que el propio Estado Islámico podría ser considerado como parte de la historia de Europa teniendo en cuenta los fenómenos de la colonización y de la exclusión y discriminación de la tercera generación de los inmigrantes provenientes de África, sobre todo en Francia.
Según la experta, un atentado de esta naturaleza dejó inestable a toda la clase política de Francia, incluyendo al mismo presidente, ya que es un acontecimiento que apela a declarar el estado de emergencia.En conclusión la analista señala que la pregunta más importante en este caso es cómo conseguir la paz y cómo crear nuevas estrategias para abordar los conflictos y dejar la lógica de intervenciones unilaterales para, de esta manera, construir otra política de seguridad y democracia a nivel global. Mientras tanto, el alerta roja se ha instalado en todo el mundo porque nadie sabe en que lugar se producirá el próximo atentado.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556